Los tratamientos de estética, tanto facial como corporal, son la opción perfecta para adelantarse al verano y poder sentirse más a gusto con uno mismo.
La salud no solo conlleva cuidados físicos y emocionales sino que también es de gran satisfacción personal prestarle atención a la estética, que muchas veces raya en la salud e impacta en lo psicológico, contribuyendo al bienestar general.

Si bien, una mejoría en el aspecto físico puede incrementar nuestra autoestima y autoconfianza, existe un impacto en el bienestar psicológico y el funcionamiento psicosocial de la persona ya que estas terapias no solo favorecen ese aspecto sino que además producen mejorías a nivel orgánico tales como la movilización de edemas, fortalecimiento muscular, eliminación de toxinas y relax, favoreciendo el buen descanso que tanta falta nos hace para la vertiginosidad de la vida actual.
Las distintas alternativas son siempre un momento de distención que regalan una pausa desconectando de las tensiones y preocupaciones habituales. Un mimo que rejuvenece y desestresa aumentando el bienestar personal.

Belleza, estética y masoterapia
Ya sean opciones de belleza como lo son la manicuría, la peluquería, el maquillaje, o la estética en sí misma que conlleva tratamientos reductores, anticelulíticos, reafirmantes y faciales, la búsqueda de verse y sentirse más a gusto con uno mismo es una forma de autocuidado que tiene que ver con el quererse y mimarse, como así también con cuidar nuestro cuerpo, que se nos confió para transitar en la vida y nos merece la atención suficiente y necesaria.
Sin dejar de lado una alimentación equilibrada y el ejercicio que siempre nos recomiendan, hablar de estética es también hablar de salud integral.
Analía Montenegro
josenizzo.info