Patrona y protectora de las victimas de la tortura, de los pastores y carpinteros.
Santa Regina, nació en Grignon, Francia, en el siglo III, esta Santa es muy venerada por los católicos franceses. Huérfana de madre, ya que ella falleció al dar a luz a Regina, su padre la confió a una nodriza para amamantarla, quien la educo en la Fe y la hizo bautizar. Durante su niñez fue pastora, cuidaba el rebaño de ovejas.
Regina, joven muy bella, atrajo la atención del prefecto romano Olibrio, que aún se interesó más cuando conoció su origen noble. Regina se niega rotundamente a casarse, por amor a Cristo quería mantenerse fiel a la promesa de virginidad que había realizado y de no casarse.
Ante esta negativa, su padre y el prefecto la encerraron en un calabozo. maltrataron, hostigaron, sin poder doblegar la voluntad de Regina.
Una noche, estando en cautiverio, recibió una visión de la Cruz y una voz que le decía que pronto terminaría su encierro. Al día siguiente, el prefecto mando a torturarla nuevamente y ordeno su ejecución, decapitándola. Al momento de su muerte una blanca paloma apareció y se posó sobre ella. Este hecho fue tomado como la presencia del Espíritu Santo, lo que hizo que muchos de los presentes se convirtieran.
Santa Regina aparece representada con la palma del martirio en sus manos, con las cadenas con que la ataron y con un hacha o espada a su lado, con la cual fue ejecutada. La imagen de la blanca paloma, el Espíritu Santo sobre su cabeza.
Licenciada Gabriela Rosas
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