El 14 de Septiembre la Iglesia celebra la Exaltación de la Santa Cruz, se venera y honra el madero en el que murió Jesucristo.
San Juan Pablo II dijo: Es la Cruz “en la que se muere para vivir; para vivir en Dios y con Dios, para vivir en la verdad, en la libertad y en el amor, para vivir eternamente”
La historia nos dice que la Emperatriz Elena, madre de Constantino, en el año 320 descubre las reliquias de la verdadera Cruz. Ambos, en este lugar del descubrimiento mandaron construir la Basílica del Santo Sepulcro.
El rey de los persas, Cosroe III, al triunfar en la guerra que libraba con el imperio bizantino y tras la toma de Jerusalén, se lleva La Cruz como trofeo. Años más tarde, en el 627 el Emperador Heraclio vence a Cosroe en la batalla de Nínive y le exigió la devolución de la Cruz, y así vuelve la Cruz a la ciudad Santa.
El emperador quiso cargar con el madero para llevarlo hasta el lugar donde debía estar. Vestido con ropas lujosas no pudo caminar. Zacarías, el patriarca, le hace ver que esa fastuosidad no correspondía con la humildad de Jesús mientras iba camino a su muerte. El Emperador se despojó de todo y solo vistiendo una simple ropa llevó la Cruz al lugar donde debía ser venerada.
Cristo se entregó a una muerte en cruz por cada uno de nosotros, por amor y obediencia a Dios Padre; y por amor a nosotros pecadores. Cristo donó su vida por amor, liberándonos de la muerte y del pecado.
El Catecismo de la Iglesia dice en el numero 617 “Por su sacratísima pasión en el madero de la cruz nos mereció la justificación” En la cruz, Jesús consuma su sacrificio, glorifica a Dios y nos da la vida eterna. Cristo nos salvó en la Cruz.
En la cruz Dios nos muestra cuanto nos ama, nos muestra Su Misericordia por el mundo entero. Es el símbolo de la Salvación de toda la humanidad. Signo de Su Gloria y Victoria.

Oración de la Santa Cruz
Dios todo poderoso
que habéis sufrido la muerte
sobre el árbol de la cruz,
por nuestros pecados,
acompañadme,
Santa Cruz de Jesucristo,
ten piedad de mí.
Santa Cruz de Jesucristo,
rechazad de mi toda arma cortante y de fuego.
Santa Cruz de Jesucristo,
derramad sobre mi todo bien.
Santa Cruz de Jesucristo,
descartad de mi todo mal.
Santa Cruz de Jesucristo,
haced que alumbre el camino de la salud.
Santa Cruz de Jesucristo,
rechazad de mi todo atentado de muerte.
Santa Cruz de Jesucristo,
presérvame de accidentes corporales y temporales.
Que yo adore la Santa Cruz de Jesucristo por siempre;
Jesús de Nazaret crucificado, tened piedad de mí.
Haced que el Espíritu maligno y nocivo,
se aparte de mí, por los siglos de los siglos.
Amén.
Psicopedagoga Gabriela Rosas
josenizzo.info