Su nombre significa “coronado de laurel”. San Lorenzo, Patrono de los Diáconos, los cocineros y los bomberos.
Nació en Huesca, España en el año 225 d.C. Fue un hombre piadoso y caritativo. Diácono, uno de los hombres de confianza del Papa Sixto II. Su labor estuvo relacionada a las actividades caritativas, administraba los bienes y distribuía la ayuda a los pobres, viudas y huérfanos.
El emperador Valeriano, en el año 258, publico el edicto en el cual se ordenaba la persecución y muerte de todos los obispos, presbíteros y diáconos. El Pontífice San Sixto y cuatro de sus diáconos fueron capturados y asesinados el 6 de Agosto de dicho año.
El diácono Lorenzo recibió la orden del Emperador de entregar todos los bienes y riquezas que poseía la Iglesia y así salvar su vida. Entonces Lorenzo le presentó a los pobres, enfermos, viudas y huérfanos asegurándole que ellos eran la verdadera riqueza de la Iglesia.
Lorenzo, al ver que su muerte estaba pronta, tomó todo el dinero y los bienes que la Iglesia tenía en Roma y lo repartió entre los más necesitados.
El emperador ordenó que “su muerte sea lenta y con sufrimiento”.
Lorenzo fue quemado vivo en una parrilla de hierro, y según relatos, el santo exclamó: “Ya estoy asado por un lado. Ahora que me vuelvan hacia el otro lado para quedar asado por completo”, Por último: “La carne ya está lista, pueden comer”. En dibujos aparece representado con una parrilla de hierro, semejante a la que fue asado hasta su muerte.
Según palabras del poeta Prudencio, el martirio de San Lorenzo ayudó a la conversión de Roma.
El emperador Constantino mandó construir una Basçilica en la vía Tiburtina, lugar donde se depositó el cuerpo de San Lorenzo.
La Iglesia de San Lorenzo en Panisperna se construyó en el lugar donde se produjo el martirio.
Licenciada Gabriela Rosas
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