La primera semana del año convalidó la aceleración que se dio en las últimas semanas de diciembre y se encienden las chances de un incremento general de la nominalidad: que el tipo de cambio, la inflación y la tasa de interés ingresen en una espiralización en la que se retroalimenten.
El 2021 inició con una aceleración de la suba del precio del dólar oficial. En la primera semana de enero, fue de 0,8%. Si ese ritmo se replicara en el resto del mes, el incremento tendría un piso de 3,4%, lo que implicaría un alza respecto a la dinámica que se fue dando desde mayo del 2020. Además, le pondría un piso alto a la dinámica inflacionaria. El dólar acelera porque la inflación también lo hace. Y viceversa.
La dinámica mensual del dólar viene mostrando una aceleración. Según mostró el ex director de Política Macroeconómica, Ivan Baumann Fonay, el último trimestre del 2020 terminó con un promedio mensual de suba de 3,2%, con diciembre en 3,4% promedio (y 3,5% en la diferencia entre el 1° del mes y el 31). Entre mayo y septiembre el promedio mensual del incremento había sido de 2,7%.
Desde Ecolatina advirtieron por el piso inflacionario que dejó la dinámica del dólar en el cierre del año pasado. Afirmaron: “Esta dinámica cambiaria (crawling peg), atada a la inflación reciente, pareciera continuar al inicio del 2021. El problema de deslizar el tipo de cambio en línea a la inflación reciente es que esta última se aceleró al 3,5% mensual al cierre del año pasado, de modo que si el dólar oficial ajustara en igual cuantía le pondría un piso elevado a la suba de precios en el futuro inmediato”.
Si finalmente enero cierra en torno al 4% que proyecta la primera semana del año, se corre el riesgo de una espiralización. Lo afirmó el director de Macroview, Pablo Goldín: “Macroeconómicamente vamos a entrar en un esquema donde todas las variables se van a acomodar nominalmente al alza, dado el despelote macro del 2020. Van a haber correcciones nominales de inflación, que van a llevar al dólar a que acelere el crawling peg, tasa de interés a nuevo sendero al alza, salarios. Muchos precios de la economía”.
En esa danza, tal como destacó Goldín, también la tasa de interés puede ir quedando atrasada. Durante el cierre del 2020 los depósitos en pesos registraron una caída (diciembre mostró estancamiento versus noviembre pero cayó conta octubre). Un alza de la tasa podría implicar una mayor emisión monetaria por la remuneración que las Leliq y los Pases devengan en forma mensual.
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